Del agua a tu mesa: la historia detrás de cada camarón Rossonero
Cuando pruebas un camarón Rossonero, no solo estás disfrutando de un producto delicioso… estás siendo parte de una historia que comienza mucho antes de llegar a tu cocina.
Todo comienza en la vida misma
Nos involucramos desde el primer momento: la genética de la larva. Con ello aseguramos que cada camarón crezca fuerte, saludable y con ese sabor que distingue a Rossonero.
Criados en los esteros más ricos del Golfo de California
Nuestros camarones se desarrollan en esteros privilegiados del Golfo de California, un entorno único donde el mar y la tierra se encuentran para dar origen a uno de los ecosistemas más fértiles del planeta. Ahí, bajo condiciones controladas y con alimento certificado, los camarones crecen sanos y con un perfil de sabor inigualable.
Procesados con nuestras propias manos
El viaje continúa en nuestras plantas de proceso, donde cada camarón es cuidado con esmero, siguiendo protocolos que garantizan frescura, higiene y calidad superior. Al no depender de intermediarios, tenemos la certeza de que cada pieza mantiene la excelencia desde el origen hasta el empaque final.
Una trazabilidad total
Desde la larva hasta tu plato, cada paso de la cadena está en nuestras manos. Esto significa que cada vez que eliges Rossonero, eliges un producto con origen claro, control absoluto y la tranquilidad de que sabes lo que estás comiendo.
Nuestro compromiso contigo
Lo hacemos porque creemos que la buena comida debe ser real, honesta y confiable. Y porque detrás de cada camarón Rossonero hay un equipo que cuida cada detalle para que disfrutes de un producto que refleja lo mejor del mar de México.
👉 La próxima vez que tengas un camarón Rossonero en tu plato, recuerda: estás probando un producto con una historia completa detrás, desde su origen en el Golfo de California hasta tu mesa.
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